jueves, 11 de agosto de 2016

El orgullo del capitán

¡Acérquense, señores! Una historia os voy a contar:
Vivió una vez un orgulloso elfo capitán de un barco, un enamorado del mar.
Que salió a cazar a una terrible bestia, de esas que la piel hacen escamar.
Aceptó una suculenta recompensa, por a la hija de Rifru cazar.

Zarpó nuestro valiente héroe al alba, orgulloso con el puño alzado,
y ordenó a sus hombres y a su escalda, que atentos vieran su cuchillo afilado,
ya que éste estaba bendecido, en el templo del más alto acantilado.
Todos los enemigos que bajo su hoja habían caído, sus almas en él había encerrado,
y la hija de Rifru, diosa del mar, a matarla lo habían retado.
Tras varios días en el océano, se oyó un grito profundo y apagado.
Cada vez se volvió más y más cercano, y hasta al corazón más valiente habría amedrentado,
una enorme bestia emergió de las aguas, maldiciendo a nuestro capitán con el cuchillo desenvainado,
y mostrando un brazo lleno de púas, golpeó con violencia a los marineros que se le habían enfrentado
Y así nuestro héroe silvano, vio su honor perdido y su barco destrozado.

Nuestro valiente capitán, varios días pasó a la deriva.
Y agradeció a su suerte, por haber sido la bestia con él compasiva.
Llegó a una isla desierta y allí pidió auxilio hasta quedarse sin saliva.
Pasaron los meses reprimiendo su alma impulsiva.
Murió sólo y sin honor, viendo la vida con una triste perspectiva.
Y aquí os amigos míos sobre el orgullo os cuento esta historia reflexiva.

Por Eyvindr Finnsson

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